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"La La Land"

Quiero decir en primer lugar que no soy objetivo a la hora de calificar o criticar musicales, porque me encantan, soy fan absoluto de este tipo de filmes. Sin embargo, en “La La Land” la más reciente película del director Damien Chazelle las cosas funcionan mejor que bien, y no estoy siendo subjetivo del todo.

Con la actuación de Emma Stone y Ryan Gosling “La La Land” es una producción llena de colorido, de canciones, de diálogos, de tristeza, de alegría, de entusiasmo, y en general de emociones que van como una especie de péndulo de parque de atracciones.

A Chazelle ya lo habíamos visto –como director- en la maravillosa película denominada como “Whiplash”, donde un profesor de batería pone a prueba –in extremis- a uno de sus alumnos. Aquí creo que pasa lo mismo pero con el espectador. El profesor rudo, estricto, es el señor Chazelle y los alumnos somos nosotros: los espectadores. Porque la producción pone a prueba, hasta el final, la convicción estética del que observa el filme.

Hay mucho color azul oscuro -¿tal vez haciendo referencia al planeta Neptuno que rige al cine?-, no sé pero este color impera en toda la película, ojalá se den cuenta de esto. Stone y Gosling son una pareja maravillosa, tampoco soy objetivo al calificar sus actuaciones, porque en lo personal me encantan estos dos histriones. Son maravillosos, son queridos, son simpáticos, son talentosísimos.

“La La Land” ya suena para el Óscar a mejor filme, y creo que todo tiene en bandeja de plata para llevarse este galardón, aunque dicen que su más segura rival “Manchester by the sea” le podría hacer pelea dura. Yo creo que “La La Land” por ser un homenaje a los musicales de los 50 y 60 de Hollywood le llega con mayor fuerza al corazón de los miembros de la Academia, que les encanta ese tipo de flashback hacia aquella época dorada del cine norteamericano, cuando el séptimo arte no se había profanado tanto. Solo aquellos iniciados entienden lo que acabé de decir.

“La La Land” cuenta con una maravillosa banda sonora, con la participación de John Legend –actuando y cantando- y con una maravillosa historia sobre la ambición, sobre los sueños, sobre las ilusiones, sobre los deseos, sobre las metas; la película en general es muy neptuniana, muy pisciana.

En lo que atañe a los musicales quiero decir que este género tiene poderosos fans y poderosos detractores que no aguantan un segundo de canto con música de fondo o a capela, yo no soy de los segundos, me encanta este tipo de género cinematográfico poco explorado por ciertas leyendas del cine, pero en el que han incursionado otros realizadores con más fortuna que desventura, y es que la música es un amuleto de la buena suerte, toda música alegra al corazón –hasta la más triste-, incluso, personas tan excéntricas y locas como Lars Von Trier le han jalado a los musicales, y creo que con mucho éxito: recordemos que su filme “Dancer in the dark” se llevó la Palma de Oro del Festival de Cannes.

“La La Land” tiene una historia simple, sencilla, muy recurrida en otras oportunidades, pero aquí hay algo distinto: las actuaciones de Stone y Gosling, la música y la dirección de esta promesa del cine Damien Chazelle, al que toca ponerle mucho cuidado porque con solo dos películas en su haber ya se está montando en las grandes ligas de Hollywood.

Un poco larga, eso sí, pero no, se le perdona; todo se le perdona a “La La Land” al final, porque uno sale agradecido al ver este filme positivo, nostálgico, creativo, amable, de ensueño. Y quiero insistir en una cosa: hay que ponerle atención a los colores de la cinta; creo que Chazelle tiene cierta fijación con este tema porque en Whiplash también lo deja entrever.

En los Globos de Oro arrasó, la Asociación de Críticos de Nueva York la consideró la mejor película del 2016, en los Critics Choice Awards también barrió y seguramente en los Óscar también dará mucho de qué hablar. “La La Land” probablemente sea la película del año a nivel mundial, y me perdonarán los que son fans del cine europeo porque allí también hubo cosas maravillosas en 2016, pero es que no soy objetivo, ya lo dije, al calificar los musicales y “La La Land” no es la excepción.

Mi calificación para esta película es de 4.5 sobre 5.0.

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